La Llama Eterna

La Llama Eterna
Dedicada a los partisanos que el 6 de Abril de 1945 expulsaron al invasor fascista de Yugoslavia. En el muro se recoge la participación de las brigadas de diversos orígenes,bosniohercegovina,croatas,montenegrinas y serbias que participaron en la triunfal ofensiva. El ideal, la victoria y la muerte les unieron en el pasado. Hoy el recuerdo sigue vivo en Sarajevo, a salvo del nacionalismo intoxicador ¿Hasta cuando?

miércoles, 20 de junio de 2012

¿Montenegro?. II

Montenegro formó parte de la primera Yugoslavia tras la primera guerra mundial. Como el resto de lo que después serían repúblicas ingresó de forma voluntaria. La gran guerra se sumó a la cicatrices de anteriores guerras balcánicas, pero su dimensión fue enormemente superior.Los contingentes serbo montenegrinos lucharon con un heroísmo denodado contra el enemigo austrohúngaro que se entregó a una cruel guerra racial en la que miles de civiles fueron exterminados con la mayor de las sevicias.
El uso de las alturas y de la artillería fueron dignos de estudio militar en las academias militares. Esta epopéyica resistencia valió al pueblo serbio-montenegrino unas represalias terroríficas.
Un capitulo más entre la guerra germánica-magiar contra el mundo eslavo tan veladamente oculto.
Tras una breve y turbulenta experiencia en el reino yugoslavo (toda Europa era un hervidero en los años 20 y 30) corrió la misma suerte que el resto del país tras la invasión fascista. Fue troceada entre las fuerzas invasores que se repartieron el pequeño territorio a placer. Su salida al mar fue codiciada por los italianos que fueron los que terminaron quedándose con casi todo el territorio y al que unieron con Dalmacia, su auténtico enclave latino en los Balcanes con siglos de antigüedad. Montenegro no fue una excepción, y su suelo fue escenario de una cruel y larga guerra civil entre los partidarios de las fuerzas fascistas, las monárquicas y las comunistas.

Considero oportuno recomendar la obra de  Milovan Djilas como lectura obligada para empezar a entender lo que sucedió, antes, durante y después. Sin su contextualización casi todo lo escrito resulta superfluo y en la mayoría de las ocasiones totalmente prescindible.
 Durante la segunda guerra mundial, los bombardeos sobre Podgorica y Niksic, que repetirían años más tarde las mismas escuadras extranjeras, sumado a la intolerable intensidad de los combates fue tal, que la maltrecha Serbia y en menor medida otras zonas de Yugoslavia tuvieron que acoger miles de refugiados montenegrinos. Al acabar la contienda, el Mariscal Tito prohibió el regreso a 10,000 de ellos que habitaban en Belgrado.
Pero la paz y el socialismo se impusieron. Montenegro fue blanco continuado de las purgas titoistas, como ya quedo dicho en la primera parte de esta columna. Siempre se sospechaba de la huella de dinero soviético en las críticas a su socialismo autogestionario, llegando a la destitución de importantes hombres del gobierno montenegrino. El pueblo montenegrino siguió siendo defensor apasionado del yugoslavismo. Y pese a ser una de las zonas favorecidas por los fondos de ayuda federales, y ser industrializada , no podía ser otra manera, al ser la zona más económicamente deprimida junto con Kosovo, que se dejó a la responsabilidad de Serbia.
Como no podía ser de otra manera en el mundo de fútiles equilibrios en  que se convirtió la Yugoslavia Socialista de Tito, Montenegro sufrió políticas interesadas en fomentar sino desequilibrios si sutiles regionalismos que conducían inevitablemente a los agravios comparativos.
Y aquí es donde entra la constitución de 1974, y la nueva política de censos que empezó a primar el elemento montenegrino por encima del serbio e incluso del yugoslavo. Pese a ello el pueblo montenegrino siguió siendo yugoslavista hasta principios del siglo XXI.
El pueblo montenegrino apareció por primera vez como constituyente en la constitución de 1948.
De ahí tenemos los primeros censos en los que la población serbia es la más minoritaria de todas las que conforman la republica, incluso por debajo de la población croata, representada entonces por un 1,8% de la población.
Curiosamente medio siglo después, y una vez disuelta la unión, la proporción asciende al 33%. Estamos sin duda ante una redición del milagro de los panes y los peces, y de una fertilidad supra albanesa. Todo un logro insuficientemente ponderado, y una razón más para interesarse por Montenegro.
Podgorica, su capital entonces Titogrado, tuvo astilleros y fue puerto militar de lo que los mendaces medios occidentales calificaron como el cuarto ejército del mundo, o Europa, según el día y el canal.
Hoy en día apenas queda el recuerdo y algún trozo de nave vacía que a buen seguro ya habrá encontrado comprador.
Esta infraestructura sirvió como elemento de entrada en la guerra contra Croacia y como causa justificada de los bombardeos de la OTAN sobre Yugoslavia.
La segregación eslovena y croata  y el ilegal reconocimiento de sus independencias provocaron una inevitable descomposición moral, social y económica que afectó de especial manera a la política y al ejército, rompiéndose la unidad y las cadenas de mando. El General Kadijevic no dejó de decirlo pese a ser relegado del mando, y con alguno de sus colaboradores desaparecido en extrañas circunstancias.
Montenegro, en una depresión económica aún más profunda que el resto del país vio su oportunidad de reivindicación sobre la siempre en litigio Península de Prevlaka. Además del supuesto beneficio económico de mantener a Dubrovnik bajo la esfera yugoslava y sus réditos turísticos, se pondría fin al desprecio y soberbia croata, bañada en un fascismo que los elementos gobierno montenegrino y gran parte de su población que seguía siendo fiel al socialismo.
 La desunión interesada del ejército yugoslavo, querida por todos los contendientes fue bien aprovechada por los montenegrinos, que fieles a Yugoslavia y a la causa socialista declararon la guerra e invadieron territorio croata. Casi la totalidad del JNA que entró en combate en la costa dálmata era del territorio vecino e hizo la vista gorda de buena parte de las órdenes del estado mayor.
Así tenemos la agresión sobre Dubrovnik, magnificada hasta la náusea, los agujeros de metralla en las murallas venecianas y los barcos de pequeño cabotaje que cerraban los puertos croatas vistos como agentes de devastación y matanza.
Nada se dijo de los morteros, ametralladoras pesadas y armamento pesado antiaéreo que los croatas usaron desde la seguridad de los tejados y templos del  centro de una ciudad protegida por la Unesco.
Fuera como fuese, las tropas montenegrinas no dejaban pasar la oportunidad para profesar su amor por la Yugoslavia unida, el socialismo, sus hermandad con serbia y su odio hacia los croatas.
Así pues queda totalmente de manifiesto que la guerra en aquel escenario fue obra casi exclusiva de montenegrinos.
Su parlamento votó mayoritariamente por la guerra contra Croacia y por su permanencia en Yugoslavia. Djukonavic, el padre del Montenegro independiente fue uno de sus más ardientes defensores.
 La pobreza y la inercia derivada de toda guerra, hizo que los robos de los montenegrinos en los hogares croatas llenará de imágenes las noticias en las que el JNA, agredía, y robaba a una desvalida población civil. Se fabricó el tópico del montenegrino ladrón de televisores, cuberterías y mantelería, que no tuvo el mismo eco cuando los croatas hicieron lo propio con los hogares y permanencias de la población serbomontegrina en la Krajina.
La guerra siguió su curso, y nada tenía que ver con la de una ficticia Gran Serbia en la que Montenegro se aliaba con sus hermanos eslavos, ortodoxos y comunistas.
 Pero eso merece ser analizado con más detalle.

3 comentarios:

  1. Como mencionabas en el texto, historicamente Serbia y Montenegro siempre han estado de una u otra manera en conexion.
    Opino que independiente mente de la situacion actual, tanto los Serbios como los Montenegrinos siempre se han mirado los unos a los otros como pueblos hermanados.
    Tal vez al ser Montenegro siempre mas pequeno y tener menos poder de decision, siempre se ha mirado a Serbia un poco como a la que tomaba las decisiones.
    Con el tiempo esto quizas fue uno de los argumentos del nacionalismo Montenegrino, que busca ciegamente aparentar que las gentes de Montenegro han sido maltratadas por los Serbios.

    En Serbia una parte grande de la poblacion tiene origen Montenegrino de alguna u otra manera. Es ridiculo el insistir en buscar diferencias. Los Serbios y los Montenegrinos a pesar de lo que muchos quieren hacer creer, no se odian. Ahora en estas fechas de verano, veras cuantos Serbios hay en Montenegro disfrutando de la playa. En cambio cuando un Serbio o un Montenegrino van a: Dubrovnik, Split o cualquier otra ciudad de la costa Dalmata, hay que alquilar un coche porque si vas con matricula Serbia o Montenegrina, puedes correr peligro de que te rompan un cristal, te pinchen una rueda, o quien sabe...

    Mencionabas la obra de Milovan Djilas. Definitivamente eso es acertado, el ademas de ser el biografo de Tito, tener cargos importantes dentro del gobierno sodialista, ademas fue un pensador muy apreciado en la epoca socialista. Mas tarde un personaje lleno de controversia por su gran critica a Tito y a Yugoslavia.
    Me gustaria solamente recomendar un titulo de Djilas, a los lectores, creo que quizas les interesaria echar un vistazo(Yo have mucho tiempo lei algunos de sus libros y me parecieron muy interesantes :)

    -The New Class(1957): Este libro habla mucho del funcionamiento del sistema comunista, y sinceramente creo que es bastante interesante.

    Saludos

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  2. Hola Djordje.
    Muchas gracias por tu comentario, como siempre muy ilustrativo. Eres nuestro "corresponsal" en Montenegro. Lamento si he pecado de superficalidad en algunos parajes sobre la guerra. Djilas es desde luego un político e intelectual de referencia. Su tierra sin justicia también es un título para enmarcar. No deja de ser relevante que su condena y persecucuíon fuera mucho más dura que a la de otros contrarios al régimen afines al movimiento ustasi o al islamismo.Será que el multipartidismo resulta mucho más cercano para la consecución de una sociedad libre que el nacionalismo y la religión.

    HVALA

    Pozdrav

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