Texto Original publicado por Avanti Europe
Grecia está a la vanguardia de la crisis económica europea. Está experimentando un nivel de austeridad sin precedentes, cuyo peso está cayendo de manera desigual en las personas que son las menos responsables por la deuda, y que pueden llegar a sufrir más. Ellos son los ciudadanos griegos y miles de inmigrantes y solicitantes de asilo.
Desde 2009, Grecia ha sido testigo de un aumento del 37% en las tasas de suicidio, mientras que la tasa de desempleo se disparó de 8% a 27% (57% para los jóvenes), dejando 1,29 millones de personas sin empleo. Hoy 3,4 millones de personas en Grecia son consideradas como pobres, representando el 31% de la población. El fracaso de la clase política para hacer frente a los problemas del país condujo también a que el movimiento neonazi “Amanecer Dorado" se convierta en el tercer partido político del país, con proyecciones que oscilan entre el 12% y el 15% de intención de voto. Tantas personas se están volviendo tan enfadadas y desesperadas que incluso se correría el riesgo de sacrificar la democracia para que su voz sea escuchada.
Este no es sólo un problema griego, sino también europeo. Grecia cometió errores, pero las continuas políticas de “solo austeridad” no son la solución a la crisis. Por el contrario, impiden el crecimiento económico y tienen un impacto devastador en la población.
Grecia tiene que reestructurar su economía y poner sus finanzas bajo control. Sin embargo, la recuperación económica sostenible va más allá de los balances presupuestarios y los objetivos fiscales.
La austeridad no se puede aplicar a costa del sufrimiento humano. Las medidas de consolidación deberían centrarse en sanear el sector público, apoyar el crecimiento económico medioambientalmente sostenible, y la cohesión social basada en el principio de solidaridad por el que los más fuertes llevan más de la carga pesada.
Europa debe evitar que la situación en Grecia se convierta en una catástrofe humanitaria absoluta y asegurarse de que el mismo remedio no se recete a otros países con economías débiles.
Pedimos a ustedes, miembros de la Troika y al Gobierno griego, que revisen el plan de austeridad y que pongan a los seres humanos y sus necesidades en el centro de sus decisiones.
Será El 9 de mayo , Día de Europa según el nuevo calendario liberal que pretende empeñar la verdadera celebración del DíA DE LA VICTORIA para todos los enemigos del fascismo cuando los resultados de esta petición serán enviados a la Troika y al gobierno griego.
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