La Llama Eterna

La Llama Eterna
Dedicada a los partisanos que el 6 de Abril de 1945 expulsaron al invasor fascista de Yugoslavia. En el muro se recoge la participación de las brigadas de diversos orígenes,bosniohercegovina,croatas,montenegrinas y serbias que participaron en la triunfal ofensiva. El ideal, la victoria y la muerte les unieron en el pasado. Hoy el recuerdo sigue vivo en Sarajevo, a salvo del nacionalismo intoxicador ¿Hasta cuando?

martes, 10 de noviembre de 2015

Kosovo; No aceptado en la UNESCO.

Y por fin llegó el día de la victoria. La iniciativa lanzada por la Administración Obama junto a Albania y Turquía ha sufrido una inesperada derrota.
Al menos esta es la opinión de quien esto escribe y su ambiente más inmediato, ya que el pesimismo y los continuos varapalos a la soberanía y al pueblo serbio que no han dejado de sucederse desde la destrucción de Yugoslavia no hacían prever este feliz desenlace. 
Que USA haya desplegado todas sus influencias para la admisión de Kosovo como miembro de la Unesco, a pesar de haber perdido el derecho a voto en 2011, tras décadas de déficit, por no pagar sus cuotas, dice mucho  de la arbitrariedad con que Washington ve la política internacional. O mejor dicho la manipula y subyuga a sus intereses.
Hoy, una votación en la Asamblea de la Unesco, órgano dependiente de Naciones Unidas ha abierto un tímido rayo de esperanza, por el que se vislumbra un ínfimo indicio de la independencia de la ONU, uno de sus valores fundacionales. Cuya primera asamblea general fue posible gracias entre otros 45 países a Yugoslavia, una nación vencedora del fascismo, que firmó la Carta constituyente en 1946.




La entrada de Kosovo en la Unesco ha sido rechazada. No se han alcanzado los 2/3 del quórum que requiere el reglamento de la institución para su aprobación. La votación ha sido muy reñida y tensa. Sólo tres votos han evitado la ignominia de tener entre los representantes de la promoción de la cultura del mundo, a representantes de un limbo jurídico moral, social y político como es el Kosovo actual.
92 países votaron por el ingreso de Kosovo en la Unesco, con 95 síes lo hubieran conseguido. Pero una extraordinaria campaña del gobierno serbio, así como el apoyo ruso y la expresa voluntad de Iberoamérica que ha aprovechado la ocasión para proclamar que ya no es un enano manejable, ni en lo económico ni en lo político. Hecho del cual no podemos sino alegrarnos, y más sabiendo que las presiones sobre estos países habrán sido fortísimas. Pero han mantenido su independencia con su voz, una voz clara y decidida, en un mismo idioma, el español que ha frenado la propuesta de la gran potencia. 
Una superpotencia cada vez más discutida como ha demostrado la derrota de este pseudo-estado satélite-carcelario, cuya única viabilidad y razón de ser es el debilitamiento de Serbia y el mayor protagonismo turco en los Balcanes, esta vez por delegación en una Gran Albania. Una idea expansionista y etnicista nunca contestada por esos círculos que se hacen llamar para vergüenza ajena antifascistas o antisistema. 
Obviamente esto no representa ningún problema serio para el coloso estadounidense, al menos no en la medida en que ha resurgido para quedarse una enérgica y orgullosa Rusia en el panorama ex-soviético y Sirio-iraquí y la China que muestra al mundo su moderna y competente armada en zonas de litigio de vital interés para Estados Unidos.

Ha habido sorpresas, tanto negativas como positivas. Por su valor  ha destacado Eslovaquia y Polonia como se ha encargado de subrayar el primer ministro serbio Vucic.
En el primer supuesto, ha defendido en la votación la misma postura que mantiene respecto a la independencia de Kosovo en el seno de la UE, un rotundo e inamovible no. Pese a que el mismo político serbio ha reconocido las fuertes presiones a las que ha sido sometida la pequeña nación centroeuropea. El caso polaco es diferente. El país más importante de los que formaban el antiguo bloque soviético, tan a menudo portaviones de la política y del ejercito de USA, se ha abstenido pese reconocer oficialmente a Kosovo como estado independiente. Una buena diplomacia sur eslava y algún imposible paralelismo con su descomunal vecino ruso habrían inclinado la balanza.
México se ha decantado por el no, en una decisión como poco valiente, que nos hace simpatizar todavía más con ese maravilloso, terrible e indomable país. Otros 49 países, entre los cuales se encuentra su vecina Guatemala y los más relevantes de Suramérica, con una mención especial para Colombia, con una más que estrecha relación con USA y muy mala vecindad con sus vecinos como el caso de Venezuela, la misma Cuba, Ecuador, Bolivia. Argentina que sufre en sus carnes, el imperialismo de corte filibustero británico en las Malvinas, o Chile, más el gigante continental brasileño. No es baladí mencionar el mayor peso de estos países en la contribución a las misiones de paz de Naciones Unidas. Es más que probable que los buenos oficios diplomáticos españoles también hayan tenido su reflejo en la decisión del voto de  sus socios iberoamericanos.
Aunque a buen seguro habrá diversas razones, parece que además de la ya mencionada defensa de su opinión y soberanía, el bloque iberoamericano ha sabido valorar, consecuencia de su acervo cultural, el peligro al que se exponía dejar un patrimonio artístico cristiano en manos de criminales, situado en un territorio musulmán excluyente, con una pujanza yihadista entre la creciente.
Hubiera sido imperdonable dejar en manos del E.L.K unas obras de arte que pertenecen a la humanidad, y que son el testimonio, la herencia, de los mejores logros artísticos que alcanzó la civilización bizantina y serbia. Un tesoro de valor incalculable que ya ha sufrido el expolio, la profanación y la destrucción por aquellos mismos que ahora dicen quererla proteger y difundir. 

Decani

Aunque a buen seguro el interés albanés sea además de crematístico, genocida. Por querer borrar, anular, no sólo a las comunidades eslavas, sino la misma historia serbia al negarle su cuna.
Lo más parecido al ISI que pueda encontrarse en Europa.
Muestras de ese esplendor pasado, son los monasterios de Decani que no podremos admirar el común de los mortales, por estar en enclaves, rodeados por alambradas y patrulladas por soldados de la Otan que hipotéticamente evitan su destrucción así como la erradicación de la población serbo-kosovar que las mantiene.
Otros países como India que marca distancia una vez más con los poderosos, Filipinas, Marruecos, Nicaragua, Guinea Ecuatorial, Angola, Corea del Norte, Sri Lanka, Indonesia, RD de Congo o Corea del Norte junto al resto habrán tenido razones que avalen sus posiciones. Sorprende en este grupo, Palestina, tótem de las causas musulmanas y sostén del antisemitismo que habrá votado por oposición a Israel y USA.
Otros países musulmanes con pasado de no-alineados como Argelia o Egipto se han abstenido, aunque no reconocen a Kosovo, o Malasia que ha votado a favor han visto en la economía y en  la religión factores decisivos.

El voto favorable de vecinos y enemigos balcánicos tradicionales Croacia, Albania, Bulgaria o Hungría eran de esperar, en el caso magiar además de la rivalidad, se suma el contencioso por los refugiados sirios y la antagónica política serbia tanto con el número como con el tratamiento de los refugiados.
La abstención de Rumania que no reconoce a Kosovo no tiene el mismo valor que la griega o vietnamita de una tibieza rayana en la cobardía, especialmente en el caso heleno. Aliado, este sí, no como Francia o el resto de la UE occidental (excepto España que celebraba en su declaración oficial el triunfo de la legalidad internacional el mismo día que el segregacionismo catalán daba un golpe de estado contra la legalidad democrática). 

La postura griega pese al acercamiento diplomático en el cual ha insistido Serbia, no ha dado frutos y señala una tendencia aislacionista desde que Syriza tomó el poder y entabló conversaciones con Albania y Kosovo para su reconocimiento. Una vergüenza difícil de digerir y un insulto, otro más hacia el digno pueblo griego y hacia la historia compartida de estos dos países.
Este giro de Atenas preocupa en Belgrado ya que incluso están mejorando sus relaciones con la Antigua República yugoslava de Macedonia.
Precisamente junto a Montenegro, dos "países" a favor del sí, cuya única explicación factible es el soborno y la constatación de engrosar las filas de estados vasallos del tercer mundo que se pliegan a los intereses del poderoso. Dos territorios que sufren la violencia, la misma que amputó a Kosovo y Metohija de Serbia, y no sólo no renuncian a ella, sino que la perpetúan con su subyugación a los intereses de la Gran Albania.
Georgia voto en contra por el reflejo osetio y abjasio, pese a cosas de la política, que  eso le hermane con su gran enemigo y "responsable" de estos problemas, Rusia.
Bosnia y Herzegovina que se ha abstenido no reconoce a Kosovo, pese a que sea musulmán, anti serbio y haya destruido junto a ellos Yugoslavia. A sus ojos la república Srpska puede ver algún preocupante referente en el caso kosovar que ni siquiera los tratados de Dayton pueden arreglar.

Pero por encima de encajes y desacuerdos políticos no puedo terminar el artículo sin referirme al respiro, a la sonrisa, a la brizna de esperanza, a un ardiente rescoldo de dignidad recobrado, al reconocimiento después de tantas penalidades que han sentido miles de exyugoslavos, de serbios de todos los rincones, desde los heroicos habitantes de Kosovo y Metohija aislados en un mar de hostilidad ,a los serbios de Serbia que no se han dejado vencer, a los montenegrinos, a los serbo-croatas, a los siempre solidarios serbo-bosnios y a la diáspora repartida por todo el mundo.
A ellos se lo dedico y a todos ellos agradezco que mañana el mundo siga conservando unas indelebles riquezas culturales y artísticas que hacen que este sea un lugar mejor. 
Hoy en París, el voto de cincuenta países ha sido una victoria de toda la humanidad.



PD: “esta victoria no se alcanzó con el dinero, sino con el respeto que tiene el mundo hacia nuestro país y la población”. Nikolic. Presidente de Serbia.
El mismo día en que Kosovo no era aceptada en la UNESCO, el Secretario Gral. de la ONU ,BanKi Moon condenaba la violencia de la oposición "nacionalista" albano-kosovar en el Parlamento de Pristina.



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